Mostrando entradas con la etiqueta REFLEXIONES 13 TAN SOLO UN DESEO. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta REFLEXIONES 13 TAN SOLO UN DESEO. Mostrar todas las entradas

domingo, 11 de diciembre de 2011

TAN SOLO UN DESEO


Amanece con los cristales empañados, los limpio con la mano y veo el día pasar a través de ellos. Está nevando sobre la ciudad, los niños juegan con ese algodón frío y se lo arrojan entre sonrisas, carcajadas y carreras para no ser atrapados. Los mayores miran al cielo, tal vez soñando con esa frase: “año de nieve, año de bienes” y se dejan acariciar por los copos, buscando la regeneración, la claridad de entendimiento, los sueños perdidos, las ilusiones soñadas, los momentos añorados y deseosos de un futuro lleno de libertad, justicia, comprensión, igualdad. Donde los maltratos a niños, mujeres y animales se vuelvan un mal recuerdo, donde la naturaleza cobre su esplendor y no grite por la dejadez, donde el amor reine y la amistad se fomente.
Atardece con los cristales empañados, los limpio con la mano y veo la tarde pasar a través de ellos, y pienso si al volver al hogar los más desamparados tendrán un techo bajo el que dormir y una comida caliente. Sí los políticos han trabajado ese día por el bienestar de todos, si las religiones han pensando que antes de crear tinieblas y miedos en nuestros corazones, han decidido por fin mostrarnos la luz, esa luz pura y verdadera que tantos hombres de bien han fomentado durante siglos por la tierra.
Anochece con los cristales empañados, los limpio con la mano y veo las luces, las luces que alumbran la ciudad, no son como el resto del año; sus miles de colores y formas nos hacen sonreír, y pido a la vida, pido al destino, pido al gran Dios, que nos devuelva la esperanza y que al refugiarnos en el interior de nuestras camas, buscando el descanso merecido, soñemos con un nuevo amanecer, donde los cristales no se empañen, donde la luz penetre y nos inunde, donde los sueños sí se cumplan, donde las sonrisas nos iluminen y con esa luz que cada uno desprenda, la energía fluya y los buenos momentos se asienten por fin en tierra firme y den sus frutos soñados.