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jueves, 10 de mayo de 2018

LA MUJER QUE SABÍA LEER: CRÍTICA DE CINE

          La cortometrajista Marine Francen, se pasa al largometraje con La mujer que sabía leer, un drama en el siglo XIX, donde comparte guion con Jacquiline Surchat y Jacques Fieschi.

          Es 1852 y las primeras imágenes nos sitúan en un pueblo de los Alpes de la Alta Provenza, donde los hombres son sacados de sus casas por el ejército de Napoleón III, a la fuerza. Uno de ellos es asesinado en plena calle y a los demás se los llevan, dejando a todas las mujeres y sus hijos, a la mejor de las suertes.

          En dicho pueblo vive Violette (Pauline Burlet) una joven que al igual que el resto de las mujeres, deberá enfrentarse a los trabajos del campo ante la ausencia de los hombres, pero el tiempo pasa y entre las jóvenes casaderas surgen las conversaciones de la necesidad de hombres en su vida y sobre todo, de tener hijos. Un día deciden hacer un pacto: Si apareciera un hombre por el pueblo, se lo repartirían, para de esa manera saciar sus apetitos carnales, poder procrear y así no estar solas.

        Un buen día, mientras están segando, aparece un hombre de 39 años, Etienne (Théo Costa-Marini), quien se enamorará de Violette y ella de él. ¿Qué sucederá con el pacto entre las mujeres?

          Francen para su primer largometraje se inspirará en el relato “L´homme semence” escrito por Violette Ailhaud. Un relato cuya autora dejó escrito en un sobre cerrado y bajo la condición de que no se abriese hasta 1952, exactamente al cumplirse un siglo, y siempre que lo heredara una mujer de su familia. La historia finalmente se publicó en 2006.

          Salvando las diferencias, me ha traído recuerdos de “La Casa de Bernarda Alba” de Federico García Lorca o “La Seducción” de Sofía Coppola. Una historia coral femenina, pues la presencia masculina es un mero “objeto” para desencadenar los deseos, emociones y sensaciones provocadas por la soledad, la falta de amor y afecto en general, sin olvidar la maternidad. Un filme que sin duda hoy en día, en pleno siglo XXI, a la salida de la sala del cine, puede generar más de un debate, tras lo proyectado.

          Una historia que en su comienzo parece no tener la fuerza dramática suficiente para sentirse enganchado, pero muy lejos de la realidad, pues Marine, aunque con cierta parsimonia, sabe atrapar al espectador minuto a minuto, hasta llegar al desenlace.

          Ocho mujeres sobreviviendo en un lugar idílico, entre campos de trigo y árboles frutales. Habitando un pueblo cuyas casas respiran historia, en medio de caminos rurales y calles empedradas, de rincones que llaman a la ensoñación, de casas de piedra; todo observado desde la exquisita mirada del fotógrafo Alain Duplantier, quien dota a  la obra de una iluminación y colores perfectos; bajo el abrigo de la cálida banda sonora de Frédéric Vercheval.

          Sobre las interpretaciones, nada que decir. La fuerza dramática que ofrecen a sus personajes, se  hace tan creíble que disfrutas de la historia contada. Una historia con claras influencias teatrales y feministas.

          Mi nota es: 7,5

          ESTRENO en ESPAÑA: 11 de Mayo.

          REPARTO: Pauline Burlet, Géraldine Pailhas, Lliana Zabeth, Alban Lenoir, Françoise Lebrun.

          PRODUCTORA: Les Films du Worso.

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: BTeam Pictures.

martes, 20 de marzo de 2018

PERDIDO: CRÍTICA DE CINE


          Christian Carion con guion propio dirige, Perdido, un intenso drama narrado sin prisas y eficaz en su desarrollo.

          Julien Perrin (Guillaume Canet) es un hombre que viaja por gran parte del mundo, pasando largas temporadas fuera de casa, lo que provoca que su mujer Marie Blanchard (Mélanie Laurent) le pidiera el divorcio por estar alejado de ellos, pues ambos tienen un hijo, Mathys (Lino Papa), quien está a cargo de su madre. Marie tiene una nueva pareja y está pasando por un mal momento. Un día Julien recibe la llamada de su ex mujer comunicándole que su hijo Mathys ha desaparecido del campamento donde lo habían llevado ella y su nueva pareja para de esta forma, estar un tiempo juntos, sin la presencia del pequeño. Julien, al ver que su hijo no aparece, decide lanzarse en su búsqueda.

          Perdido, es en apariencia un filme sencillo, pero muy lejos de esa realidad, realidad que iremos descubriendo a medida que el metraje avanza, entre sus dolorosas capas: El sentido de la culpa por los errores cometidos, la obsesión por el trabajo, la protección infantil, el coraje paternal, todos ellos y algunos más, a través del viaje que emprenderá en busca de su hijo desaparecido, del supuesto o no secuestro, del miedo a no encontrarlo con vida; por la negligencia de  unos padres que han pensado más en ellos mismos, que en cuidar de la vida que un día engendraron.

          Carion somete al espectador a una narración tal vez demasiado pausada, pero en parte necesaria, pues busca constantemente en su meditada exposición, que nada quede al azar, aunque deje algunos flecos sueltos y aún preguntándonos el por qué, no desmerece a la historia contada, sino que provoca el debate tras la proyección. Una película no exenta de una extraña tensión que a medida que avanza en el tiempo, eleva y crispa los nervios del espectador por la agonía que sufre su personaje principal, por la violencia desatada, que Christian, con buen atino y gusto no muestra de forma escabrosa, sino que lo deja para nuestra imaginación, apoyándolo en los sonidos, aunque  en realidad, no sé qué es peor.
     Una obra con magníficas interpretaciones, todas totalmente creíbles y me atrevo a decir, que imprescindibles; destacando al padre coraje y vengativo que representa  Guillaume Canet y al que seguiremos gustosos en todas sus andanzas, esperando el momento de esclarecer el misterio que rodea a la desgarrada ausencia de su hijo y lo que haya podido sucederle.

          Un filme donde la fotografía de Eric Dumont, tiene mucho que decir y lo hace de forma acertada, entre sus paisajes nevados, entre montañas solitarias, de albergues desérticos guardando en terrible secreto, de carreteras interminables en busca de un resignado final, pero final al fin y al cabo, que le saque de la incertidumbre… Y por supuesto, esa compañera infatigable, casi siempre dándose la mano, como es la banda sonora, está vez en la partitura de, Laurent Pérez del Mar. Tensa, resignada, evocadora, dura, angustiosa y por breves instantes, relajante.

          Mi nota es: 7

          ESTRENO en España: 16 de Marzo

          REPARTO: Guillaume Canet, Mélanie Laurent, Olivier de Benoist, Marc Robert.

          PRODUCTORA: Nord-Ouest Production

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: BTeam Pictures.

lunes, 16 de octubre de 2017

UNA MUJER FANTÁSTICA: CRÍTICA DE CINE


          Una tragicomedia dirigida por Sebastián Lelio (Gloria), donde  Marina tendrá que defender su inocencia y luchar por su identidad en: Una mujer fantástica.

          Marina (Daniela Vega) es una joven camarera y estudiante de canto. Orlando (Francisco Reyes), tiene veinte años más que Marina, pero ambos tienen planes para compartir una vida juntos, ya que se aman.

          Una noche los dos se van de fiesta y beben más de la cuenta. Al llegar a casa se acuestan. Durante la madrugada Marina se despierta y observa a Orlando sentado al borde de la cama, como perdido, sin poder hablar; decide llevarlo a urgencias. Salen de casa y Orlando se cae por las escaleras, mientras ella busca las llaves para cerrar la puerta. Logra levantarlo y llevarlo al hospital, pero desafortunadamente muere.

          La policía pide la documentación a Marina, al no ser un familiar directo y al descubrir que es una mujer transexual, comienza su calvario, por una parte siendo sospechosa de asesinato, por los moratones que presenta Orlando y por la otra, con la familia del difunto, quienes nunca han visto bien la relación que mantenían.

          El chileno Sebastián Lelio, nos envuelve en un drama donde la lectura más intensa gira en torno a la transexualidad, expuesta en una balanza que se inclina a un lado u otro dependiendo de quienes se acerquen a Marina, para apoyarla o… Mientras, el espectador desde el primer instante conecta con ella, por la fuerza que proyecta su ser al enfrentarse a los problemas sin el apoyo de su pareja. Por la integridad que muestra, para desesperación de quienes la juzgan en el día a día. Por la complejidad de su ser, que en vez de decaer, la engrandece convirtiéndola en una mujer maravillosa, fantástica, aunque  por momentos se quiebre por dentro.
           Una historia sencilla, narrada con tal naturalidad que Marina podría ser cualquiera de nuestras vecinas, con las que convivimos cada día, a la que saludamos o nos encontramos en el supermercado, pues Daniela Vega conocedora de su propia historia como mujer transgénero, toma cada fibra del personaje para hacerlo propio y "escupirlo" a la pantalla en una magnífica interpretación, con el respeto y el beneplácito del guion firmado por Sebastián Lelio y Gonzalo Maza.  Tendremos además el placer de disfrutar su voz lírica, en algunas escenas.

          Una crítica social entregando una simple pincelada de la existencia, sobre la vida, la lucha, los problemas que tienen que sortear, los miedos, el llanto tantas veces contenido, el dolor muchas veces más psicológico que físico; en resumen, el padecimiento por el que en el día a día pasan hombres y mujeres transgénero, por la falta de aceptación.

          La fotografía de Benjamín Ecvhazarreta, se muestra aparentemente discreta, pero lejos de la realidad: Los fantásticos planos espejo, la riqueza de los colores cambiantes según el momento y el lugar, el navegar entre las calles de Chile del día o de la noche, los interiores de los antros, los cuartos del deseo,  las saunas, sin olvidar el surrealismo expuesto durante el films. Todo aparentemente elemental pero rico en matices. Matthew Herbert, acompaña con su banda sonora, un films que no pasará inadvertido para ningún espectador, pues se agradece y aplaude, con la verdad que está expuesto.

          Recomendable para entender, comprender, respetar y aceptar otras realidades, presentes en nuestra sociedad.

          Mi nota es: 7,5

          ESTRENO en ESPAÑA: 12 de Octubre.

    
    REPARTO: Daniela Vega, Francisco Reyes, Luis Gnecco, Aline Küppenheim, Amparo Noguera.

          PRODUCTORA: Coproducción Chile-España/ Fabula / Komplizen Film/ Setembro Cine.

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Distribuidora BTeam Pictures.