viernes, 1 de diciembre de 2017

EL SACRIFICIO DE UN CIERVO SAGRADO: CRÍTICA DE CINE


            El Sacrificio de un Ciervo Sagrado del griego Yorgos Lanthimos (Langosta), busca la expiación tras un error no reconocido.

          Steven (Colin Farrell) es un eminente cirujano casado con Anna (Nicole Kidman) una prestigiosa oftalmóloga, viven de forma acomodada junto a sus dos hijos, Kim (Raffey Cassidy) y Bob (Sunny Suljic) en su lujosa casa.

          Martin (Barry Keoghan), es un huérfano de padre, quien falleció en la mesa de operaciones siendo intervenido por Steven. Algunos días, ambos, se encuentra en un restaurante. Su apariencia es de un chico educado y con cierta timidez. Steven decide protegerle y pasado un tiempo se lo presentará a su familia, en la cual encaja desde el primer momento, pero…

          Los peros siempre surgen cuando lo que se nos muestra  en el inicio, poco tendrá que ver con el final, y eso se intuye con las primera imágenes en las cuales Yorgos despliega a toda pantalla una operación a corazón abierto, es aquí cuando automáticamente nuestra mente se dispara para alertarnos ante lo que nos puede venir, pues lo que está claro, es que no es una película al uso.

          Estamos ante una familia aparentemente feliz, pues nada parece faltarles a su alrededor debido a las posiciones sociales que los progenitores poseen, pero un halo de tristeza les rodea como si alguna carencia personal lo provocara. Todo parece cambiar positivamente cuando entra en juego Martin, pero algo oscuro esconde este chico.

          Sobre gustos en el cine de terror se puede debatir e incluso hacer más de una tesis. En más de una ocasión os he comentado que disfruto con el  terror que golpea el cerebro y destroza el alma, sin la necesidad de los socorridos efectos de sonido, la sangre a litros, las persecuciones a media noche que apenas vemos lo que pasa, los gritos desgarradores y un largo etcétera. Y sin duda, Lanthimos, con esta nueva obra obsequia al espectador con ese tipo de terror sutil, fino, elegante, impactante, psicológico, sobrecogedor, sin olvidarse del punto paranormal, que al salir de la sala del cine, no logras desconectar, pues continuas más impactado que durante su proyección. Una joya para degustar segundo a segundo, mientras te permite respirar.

          Si la pareja cinematográfica formada por el director Yorgos Lanthimos, compartiendo guion, como en otras ocasiones, con el guionista Efthymis Filippou, funciona como un reloj suizo, otra pareja hace temblar la pantalla, la compuesta por el  fotógrafo, Thimios Bakatatakis, imprescindible en esta obra para retratar como nadie los soberbios planos angulares, presentes durante casi toda la obra; junto al compositor, Johnnie Burn, quien desgarra y dramatiza cada nota, hasta impactar y bloquear nuestro ser.

          El quinteto actoral está simplemente, brutal. Tan creíbles que dan miedo, pero no del miedo que se puede pensar, sino el provocado por  la credibilidad que presentan. Con el permiso de dos de ellos, quiero destacar a: Barry Keoghan, interpretación soberbia como el oscuro y desconcertante, Martin. Colin Farrell en una actuación sobresaliente y una maravillosa, Nicole Kidman.

          Con una admirable dirección, un guion de infarto y unas brillantes interpretaciones, es difícil que el resto del equipo técnico no esté a la altura de esta "pequeña" obra maestra. Dura, realista, intensa, sobrecogedora y excesiva.

          ¿Existe la justicia divina, ante la negligencia, el engaño y el empeño en la exculpación? 

          Recomendable para amantes del terror con clase y del cine en general.

          Mi nota es: 8,5   

          ESTRENO en ESPAÑA: 1 de DICIEMBRE

          REPARTO: Colin Farrell, Nicole Kidman, Barry Keoghan, Raffey Cassidy, Sunny Suljic, Alicia Silverstone, Bill Camp, Denise Dal Vera, Jerry Pope.

          PRODUCTORA: Coproducción Reino Unido-Irlanda, Element Pictures/ Film4/ New Sparta Films.

          DISTRIBUIDORA en ESPAÑA: Diamond Films España.

No hay comentarios:

Publicar un comentario